“Green building” es la denominación inglesa bajo la que podrían etiquetarse las últimas y más sonadas tendencias en el mundo de la arquitectura, que apuntan a priorizar el uso de materiales que resulten eficientes en lo energético y amigables en lo ambiental.
Sucede que el impacto de la industria y la necesidad de reducir la huella de carbono se ha convertido ya en un issue. Y tanto profesionales como constructores y la industria de materiales están desde hace tiempo comenzando a implementar nuevas tecnologías, insumos y sistemas constructivos mucho más eficientes y con plazos de ejecución más cortos. El fenómeno va además de la mano con la preocupación de los propios usuarios, que hoy brindan más relevancia a cuestiones como la eficiencia energética y el impacto ambiental de sus consumos.
as aberturas de PVC son por lejos las más eficientes, brindan máxima aislación termoacústica, hermeticidad y seguridad por su tecnología aplicada.
Por eso las ventanas de PVC siguen ampliando su participación de mercado. En Europa y Estados Unidos el 50% de las construcciones cuentan con carpinterías de PVC. Y si bien en Latinoamérica ese porcentaje es algo menor, el material presenta un amplio margen de crecimiento gracias al nivel de sus prestaciones.
Las ventanas –se sabe– ocupan un rol fundamental en la vivienda. Además de conectar interior y exterior, ofrecen la posibilidad de optimizar los espacios y el ingreso de la luz natural, así como regular la temperatura de los ambientes. Junto a techos, muros y pisos (lo que se conoce como “la envolvente”) brindan el confort, la seguridad y la climatización adecuada, siempre y cuando los materiales resulten eficientes a nivel energético.
Una incidencia positiva en el hogar
“Está comprobado que cerca del 35% de las pérdidas y ganancias de calor o frío de una vivienda se originan a través de las aberturas cuando los materiales utilizados no son eficientes. Y eso genera un consumo excesivo a la hora de climatizar el lugar”, explica Adriana López, arquitecta, especialista en eficiencia energética y Passive House Designer y jefa de grandes proyectos de Tecnoperfiles. Y enfatiza: “Por eso resulta clave elegir materiales que tengan una incidencia positiva en el ahorro energético y en el cuidado del medioambiente”.
Los perfiles de PVC, junto con el DVH (doble vidriado hermético) o TVH (triple vidriado hermético), herrajes y demás partes del sistema de aberturas resultan esenciales para lograr una incidencia positiva en el hogar, evitar las filtraciones de agua, viento, frío y calor y lograr un ahorro significativo en el uso de energías no renovables.
Una herramienta súper útil para conocer la eficiencia de las ventanas es la etiqueta de eficiencia energética que éstas pueden traer igual que cualquier electrodoméstico. La Subsecretaría de Ahorro y Eficiencia Energética (Ministerio de Energía y Minería), junto al INTI, IRAM, CAIAMA, CAVIPLAN y la AAPVC (de la que Tecnoperfiles es miembro) presentaron en 2019 el aplicativo para la calificación energética y el etiquetado de eficiencia energética de ventanas exteriores, bajo la norma IRAM 11507 – Carpintería de obra, ventanas exteriores, de aplicación voluntaria, que califica el comportamiento energético a través de un sistema comparativo y compuesto por siete clases de eficiencia energética identificadas con barras de colores y letras en orden alfabético (A, B, C, D, E, F y G). La letra A y el color verde se adjudica a las carpinterías más eficientes, mientras que la G y el color rojo a las menos eficientes. Esta calificación se realiza tanto para el período de calefacción como para el período de refrigeración en las distintas zonas del país.
Parte de la economía circular
Además de brindar eficiencia energética, los perfiles de PVC para carpinterías pueden ser reciclados en su totalidad. De hecho el PVC resulta dentro de la industria de la construcción el material más reciclado a nivel mundial.
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