Miles de inquilinos buscan incesantemente locar vivienda, y en el interior la problemática es mayor: lo único que abunda es la escasez, los precios son muy altos para los sueldos de miles de personas del interior, donde, salvo excepciones, las remuneraciones son más bajas en promedio que en la Ciudad o algunas localidades de la provincia de Buenos Aires.
La situación no tiene antecedentes en la historia del mercado inmobiliario: siempre fue más complicado comprar que alquilar. Pero desde que en julio de 2020 entró en vigencia la polémica Ley de Alquileres la oferta se fue acotando mes a mes y hay ciudades en donde roza el cero: no hay casas ni departamentos disponibles. Así ocurre en San Carlos de Bariloche, San Martín de los Andes o Villa La Angostura, por ejemplo.
Miles de propietarios destinaron sus inmuebles, que antes ofrecían en alquiler tradicional, a la venta o los acondicionaron para ofrecer en locación turística o temporaria. Se calcula que en la Argentina hay más de 200.000 viviendas que salieron del mercado de alquileres en tres años y hay localidades en donde un inquilino llega a estar 3 a 5 meses sin conseguir una vivienda o donde alojarse.
Agrupaciones que defienden a quien alquila
En Entre Ríos, como en otras provincias, hay grupos y cámaras que defienden a quienes no tienen una vivienda propia. Mauricio Retamar, presidente de una agrupación provincial, junto con Juan Pablo Artiaga, vicepresidente y Valeria Astudilla, comentan que aunque hay varias propuestas que rondan en análisis entre el Gobierno nacional e inmobiliarios, siguen defendiendo que los contratos duren tres años.
“Si se vuelve a dos años como quieren muchos colegios de martilleros, sería perjudicial para los inquilinos. Se pasan rápido y enseguida hay que buscar vivienda, pagar flete, mudanza, todo es muy caro ahora. Hoy acceder a una vivienda en alquiler en la Argentina es muy costoso, son 3 sueldos promedios de un trabajador formal. Todo aquel que no tenga ese dinero queda excluido de acceder a una vivienda”, dijo Retamar.
Las políticas, dijeron, deberían enfocarse en reducir el costo de acceso a una vivienda, y en que las comisiones inmobiliarias deje de pagarlas el inquilino (solo en CABA no lo hacen), porque el que busca y contrata el servicio de una inmobiliaria para que le administren su bien es el propietario, no el inquilino, argumentan.
“Otra cosa que hace reducir el costo de acceder es el impuesto provincial al sello, que también se lo cobran al inquilino. En Entre Ríos el Código Fiscal dice que se paga mitad cada parte y eso no se cumple. Entonces si aplican exención a Bienes Personales y Ganancias a los propietarios, ¿por qué no aplican exención del impuesto al Sello a los inquilinos? Es injusto lo que hace el Gobierno”, dijo Artiaga.
En cuanto al método del ajuste sí aceptan que sea cada 6 meses (no anual, como en la ley vigente), pero que el aumento se haga siempre sobre el primer mes del valor del contrato. Con altas tasas de inflación, la propuesta es un claro desaliento para los propietarios. Con la inflación al 100% anual, al cabo de un año el ajuste se reduce a la mitad de la tasa de inflación.
“Es imprescindible que el ajuste se haga en base a un índice, por ejemplo la Cámara Inmobiliaria Argentina propuso que el índice sea hecho por inflación y el Coeficiente de Variación Salarial (CVS) en vez del Ripte”, dijo Astudilla.
En Córdoba capital también hay problemas severos, actualmente se estiman que sólo hay en locación tradicional unos 1.200 inmuebles, desde mayo 2021 hasta marzo 2023 la caída de la oferta fue del 32,2 por ciento.
“La situación de los inquilinos en la capital provincial es crítica, ya que faltan casas y departamentos. En Nueva Córdoba por ejemplo casi no hay nada y muchos estudiantes universitarios ocuparon las viviendas que se ofrecieron entre febrero y abril”, dijo Exequiel Vergara, presidente de la Cámara de Inquilinos de Córdoba.
En la Docta se tardan hasta 5 meses en poder encontrar una vivienda a un valor razonable, situación similar que ocurre en CABA, Rosario o Mar del Plata. Victoria Postiguillo, directora de Acción y Defensa del Consumidor e Inquilino, precisó que en el centro de Córdoba un departamento de 2 ambientes ronda los $70.000, y de 3 ambientes 100.000 pesos, “y hay pocos disponibles”. Desde esta cámara sostienen que la única posibilidad de mejorar la oferta de inmuebles y la situación de los inquilinos es modificar dos artículos de la Ley, para volver al régimen de dos años, eliminar la indexación e incentivar a los propietarios a ofrecer sus viviendas con la quita de impuestos.
En Patagonia
Josefina Pérez, de 37 años, diseñadora publicitaria, cuando flexibilizaron las medidas por la pandemia a fines de 2021 decidió cambiar su forma de vida. Dejó el barrio porteño de Villa del Parque y se radicó en Bariloche. Como no encontró donde alquilar decidió vivir por un tiempo en un hosteldonde hasta fin de año pagaba $35.000 mensuales.
Residió varios meses en una habitación compartida con tres mujeres, pero después debió hacerlo con varones. “Compartíamos cocina, baños y otros espacios. Con las mujeres era más fácil porque teníamos reglas”, contó a Infobae. Hasta que consiguió una casa un poco lejos del centro, pero pagando $90.000 por mes. Y es un contrato informal. “Hay dueños que piden lo que quieren, incluso hasta $25.000 diarios, porque prefieren alquilar sus viviendas como locaciones turísticas”, agregó.
También hay problemas en General Roca, en el valle de la Manzana, en Río Negro, donde hay mucha rotación de inquilinos. Muchos son jóvenes que van a estudiar a las facultades de la zona. Lo mismo ocurre en Cipolletti.
“En esta ciudad no existe un ente regulador u oficina que controle los valores y el estado de las viviendas en alquiler, las cuales suelen ser construcciones deplorables y costosas. No se respetan contratos a tres años y es un descontrol. El mercado de alquileres es un oscuro y gran negocio de unos pocos en esta ciudad, con muchos requisitos para inquilinos. Muchas veces los inquilinos terminan alquilando inmuebles en malas condiciones y de forma tramposa cargando con los costos de las reparaciones. Y se advierte la ausencia del Estado”, destacó a Infobae un inquilino de un complejo habitacional en General Roca. Allí los alquileres superan los $100.000 mensuales. No se ven carteles de alquiler, las ofertas de casas se manejan por redes sociales y están de moda los administradores de propiedades. Y muchos propietarios optan por vender los inmuebles que antes alquilaban.
En Villa La Angostura la situación es compleja; se construye mucho, pero pensando en el inversor. La edificación creció por la pandemia, potenciada la demanda que generó el trabajo remoto.
Ramiro Fernández, gerente comercial de Lepore Patagonia, comentó el avance de las locaciones turísticas. “Por la Ley de Alquileres se complicó el formato tradicional. Y para que esto cambie la salida es con una presencia fuerte del Estado municipal y Concejo Deliberante, que habiliten índices constructivos para la zona centro, realizar planes de viviendas”, dijo a Infobae.
Hoy existen pocas oportunidades pero una casa de 2 ambientes en La Angostura oscila entre $120.000 y $160.000 y los departamentos entre $85.000 y $110.000 mensuales. “Desde la pandemia se vino a vivir mucha gente, más de lo que el pueblo puede, hoy en La Angostura están saturados los servicios básicos de luz y gas natural, y el Estado no se hace cargo. Hay que empezar a hacer las cosas bien”, concluyó Fernández.
FUENTE: infobae.com
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