En 2022 el total despachado de los insumos más relevantes fue 3,5% superior al de 2021. En el caso de los insumos para obras residenciales del Grupo Construya, el promedio fue 4,8% superior al de año previo, y además alcanzó un nuevo máximo histórico. Sin embargo, la evolución mensual de las series desestacionalizadas permite observar claramente que el rebote post ‘cuarentena’ finalizó en abril-mayo de 2022 a nivel general y a mediados de año en el caso particular del Índice Construya (IC). Desde entonces y hasta el cierre del año ambos indicadores ingresaron en un proceso contractivo casi continuo, acumulando dos trimestres consecutivos de caídas desestacionalizadas. En tanto, en el inicio de 2023 el IC mostró un rebote con respecto a diciembre, lo que le permitió recuperar una parte (menor) del terreno perdido en los meses previos. Del otro lado se ubicó el número de puestos de trabajo formales ocupados en la construcción, que continuó recuperándose hasta noviembre del año pasado.
En diciembre de 2022 el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) tuvo un retroceso de 3,46% desestacionalizado con relación a noviembre y, de esta forma, completó dos trimestres consecutivos de caída. En el tercer trimestre del año la baja fue de 1,6% con relación al segundo trimestre y en el cuarto la caída fue de 7,0% con relación al tercer trimestre. Asimismo, la serie con estacionalidad descendió 10,6% entre los últimos dos diciembres y entre los cuartos trimestres de 2021 y 2022 exhibió una baja de 4,2%, la primera luego de ocho trimestres consecutivos de rebote/recuperación.
La desagregación del ISAC por grupos de insumos continuó mostrando un comportamiento (lógicamente) bien heterogéneo, tanto en el caso de la comparación entre los promedios de 2021 y 2022, como en la comparación entre noviembre y diciembre últimos corregida por estacionalidad.
Entre 2021 y 2022 la mayoría de los grupos de insumos registró mayores entregas al mercado interno. Esto fue producto del proceso de rebote/recuperación observado a lo largo de 2021 y que se extendió hasta casi mediados de 2022, tal como lo señalamos más arriba. Del total, nueve grupos de insumos incrementaron sus despachos, dos los mantuvieron y otros dos los redujeron. El primer grupo se integró por: el agregado ‘vidrio plano para construcción, tubos sin costura y grifería’ (+23,6% anual), hormigón elaborado (+13,7%), placas de yeso (+9,1%), hierro redondo y acero para construcción (+7,5%), cemento Portland (+7,3%), artículos sanitarios de cerámica (+5,2%), mosaicos graníticos y calcáreos (+5,0%), yeso (+3,2%) y cales (+1,2%). Por su parte, las entregas de pisos y revestimientos cerámicos resultaron 0,2% mayores en la comparación interanual y las de asfalto apenas 0,1%. Y del otro lado quedaron los despachos de pinturas (-4,6% anual) y de ladrillos huecos (-6,9%).
En cambio, entre noviembre y diciembre de 2022, los despachos corregidos por estacionalidad resultaron mayores en cuatro casos y menores en los restantes nueve. Los rebotes correspondieron a artículos sanitarios de cerámica (+14,3%), mosaicos graníticos y calcáreos (+12,8%), placas de yeso (+5,4%) y yeso (+3,1%). Las caídas se registraron en el agregado ‘vidrio plano para construcción, tubos sin costura y grifería’ (-0,1%), hierro redondo y acero para construcción (-0,5%), hormigón elaborado (-1,0%), asfalto (-2,1%), pisos y revestimientos cerámicos (-5,4%), cemento Portland (-7,2%), pinturas para construcción (-8,0%), cales (-9,2%) y ladrillos huecos (-10,5%).
A diferencia del comportamiento de los despachos de materiales, en noviembre el número de puestos de trabajo formales ocupados en la construcción siguió recuperándose (1,5% mensual y 16,3% anual) y llegó a un total de 427,4 mil. Desde la reapertura de las actividades en la segunda parte de 2020 sólo cayó por motivos estacionales en los diciembres de 2020 y 2021. De esta forma, en relación al piso de abril-agosto de 2020 el total de puestos ocupados se recuperó 57,6% (+156,2 mil puestos de trabajo).
En cuanto a las perspectivas sectoriales, en el caso de las referidas al nivel de actividad en el corto plazo, la mayoría de los constructores de obras privadas y públicas consideró que se mantendrá sin cambios. Para el período enero-marzo 2023, 60,8% de los que realizan obras privadas y 49,5% de los que ejecutan obras públicas opinaron que su actividad se mantendrá en los niveles actuales (referidos a fines de 2022). En tanto, entre los primeros 22,8% consideró que aumentará y 16,4% que bajará. Entre los segundos, 31,9% opinó que la actividad mejorará y el restante 18,6% consideró que disminuirá.
Por su parte, la superficie autorizada para construir obras privadas, que actúa como indicador adelantado de actividad a mediano plazo, continuó descendiendo en noviembre del año pasado. En los 176 municipios relevados por el INDEC en el undécimo mes del año que acaba de finalizar se aprobaron 1,33 millones de metros cuadrados, es decir 18,8% mensos que doce meses antes (cuarta baja consecutiva). Tal como lo señalamos en Informes anteriores, la serie está afectada por la muy elevada base de comparación que dejó 2021, producto de la ‘puesta al día’ de la actividad en las oficinas públicas encargadas de autorizar los proyectos de construcción post ‘cuarentena’ (2020).
En el acumulado de enero-noviembre de 2022 el área total aprobada sumó 13,76 millones de metros cuadrados y resultó 6,8% inferior a la de los primeros once meses de 2021.
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