El Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) registró una nueva variación positiva en el primer mes del año, acumulando ocho subas en nueve meses. Entre diciembre de 2020 y enero de 2021, experimentó una suba de 4,4% desestacionalizada. El rebote fue generalizado y sólo hubo dos excepciones. El Índice Construya registró una nueva suba en febrero, de 8,2% mensual desestacionalizada. La magnitud de la recuperación de los despachos del Grupo Construya estuvo alineada con lo mostró el ISAC.
El contexto macroeconómico y las ‘nuevas necesidades’ planteadas por la pandemia/’cuarentena’, generaron en los últimos meses una oportunidad extraordinaria para llevar adelante obras privadas de refacción y de construcción. Ello es lo que explicó que en enero de 2021 el ISAC quedara sólo 2,1% por debajo del nivel que tenía en abril de 2018, cuando se puso en marcha el proceso de huida del peso argentino al dólar estadounidense, y apenas 6,0% por debajo del máximo histórico, alcanzado en diciembre de 2017. Y es la intensidad que ha adquirido este proceso en los últimos meses lo que hace que muchos actores del sector planteen interrogantes sobre la sostenibilidad del mismo hacia adelante (sobre todo en el caso de la refacción, porque hay que ver cómo el crecimiento de las obras nuevas llega a compensar o no la normalización del gasto en refacción).
El ISAC registró una nueva variación positiva en el primer mes del año, acumulando ocho subas en nueve meses (sólo registró una leve baja en agosto de 2020, cuando la ‘cuarentena’ se intensificó transitoriamente en los principales aglomerados urbanos).
Entre diciembre de 2020 y enero de 2021, el conjunto de los despachos al mercado interno de los principales insumos para las principales tipologías de obra, experimentó una suba de 4,4% desestacionalizada. Como se puede ver más abajo en este Informe, el rebote fue generalizado y sólo hubo dos excepciones.
Desde que comenzó a relajarse la ‘cuarentena’ en mayo de 2020 el ISAC acumuló una suba de 323,4% (el nivel de abril 2020 se constituyó en un piso histórico para los productores de insumos para la construcción, así como también lo fue para muchos otras ramas de actividad) y ya se ubicó 28,5% por encima del nivel que alcanzó en febrero del año pasado, que fue el último mes de actividad plena pre ‘cuarentena’.
En la comparación interanual el ISAC también mostró una variación positiva, de 23,3% en esta oportunidad, la que se sumó a las de noviembre y diciembre del año pasado.
El IC que publica el Grupo Construya registró una nueva suba en febrero, de 8,2% mensual desestacionalizada, y acumuló una suba de 29,4% con relación a febrero de 2020. La magnitud de la recuperación de los despachos de las empresas que integran el referido Grupo estuvo alineada con lo mostró el ISAC. En tanto, al comparar con abril de 2018, el IC todavía se mantuvo 5,9% por debajo, y respecto al récord de noviembre de 2017, todavía resultó 8,6% inferior.
El contexto macroeconómico y las ‘nuevas necesidades’ planteadas por la pandemia/’cuarentena’, generaron en los últimos meses una oportunidad extraordinaria para llevar adelante obras privadas de refacción y de construcción. Ello es lo que explicó que en enero de 2021 el ISAC quedara sólo 2,1% por debajo del nivel que tenía en abril de 2018, cuando se puso en marcha el proceso de huida del peso argentino al dólar estadounidense, y apenas 6,0% por debajo del máximo histórico, alcanzado en diciembre de 2017. Y es la intensidad que ha adquirido este proceso en los últimos meses lo que hace que muchos actores del sector planteen interrogantes sobre la sostenibilidad del mismo hacia adelante (sobre todo en el caso de la refacción, porque hay que ver cómo el crecimiento de las obras nuevas llega a compensar o no la normalización del gasto en refacción).
En el arranque del año las entregas al mercado interno de hierro redondo y acero para construcción mostraron una suba de 17,4% mensual desestacionalizada, luego del moderado proceso de recuperación que habían mostrado en el segundo semestre de 2020. Fueron seguidos por los despachos de pisos y revestimientos cerámicos (16,7%), mosaicos graníticos y calcáreos (14,9%), asfalto (13,5%), el agregado ‘vidrio plano para construcción, tubos de acero sin costura y grifería’ (9,8%), yeso (9,0%), artículos sanitarios de cerámica (5,0%), placas de yeso (2,1%), ladrillos huecos (0,9%), cemento Portland (0,4%) y hormigón elaborado (0,3%). En tanto, las pinturas para construcción y las cales exhibieron bajas de 2,4% y 3,4% mensual, respectivamente.
Al contrastar las entregas de enero de 2021 con las de enero de 2020, hubo nueve grupos de insumos que mostraron mejoras superiores a 20%. Estos fueron: pisos y revestimientos cerámicos (51,0%), ladrillos huecos (44,1%), asfalto (35,8%), artículos sanitarios de cerámica (30,2%), hierro redondo y acero para construcción (30,2%), hormigón elaborado (29,3%), placas de yeso (27,3%), cales (26,6%) y cemento a granel (315,4 mil tn; 22,9% anual). En tanto, el cemento en bolsa (580 mil tn) y las pinturas para construcción exhibieron rebotes de 18,6% y 13,2% anual, respectivamente. El agregado ‘vidrio plano para construcción, tubos de acero sin costura y grifería’ y mosaicos graníticos y calcáreos tuvieron mejoras de apenas 1,6% y 1,3% anual. Por su parte, los despachos de yeso fueron los únicos que cayeron en relación a un año atrás (-3,3%).
Y en febrero de 2021 los despachos totales de cemento Portland sumaron 811,8 mil toneladas, volumen que resultó 18,2% mayor al de febrero de 2020 (+125,2 mil tn). Fue el sexto mes consecutivo con variaciones interanuales positivas y fue el 5º mejor febrero de los últimos 41 años.
En materia de empleo formal en la actividad de la construcción, diciembre también cerró con un proceso de recuperación gradual (la caída mensual se puede atribuir a cuestiones estacionales) que ya acumuló cinco meses. Así como en abril-agosto de 2020 se ocuparon en promedio 271,3 mil puestos de trabajo formales ocupados mensuales, el último mes de 2020 este guarismo fue de 293,9 mil y resultó 8,3% superior al primero (+22,7 mil puestos de trabajo). Pero, al comparar con diciembre de 2019 el nivel de ocupación formal en la construcción fue todavía 17,7% menor (-63,4 mil puestos de trabajo).
Por último, la superficie autorizada para llevar adelante obras privadas formales (nuevas + ampliaciones), que actúa como un indicador adelantado de la construcción privada, mostró un área importante en diciembre, aun cuando todavía resulta muy inferior a la que se autorizaba antes de la pandemia/’cuarentena’. Esto no contradice la fuerte recuperación de los despachos de insumos, porque estos últimos incluyen a las obras de refacción, que no requieren de autorizaciones públicas, y porque en la construcción privada también existe informalidad. Asimismo, hay que tener presente que existen obras autorizadas antes de la pandemia/’cuarentena’ que habían quedado sin ejecutar.
Según el INDEC, en diciembre del año pasado se autorizaron 663,6 mil metros cuadrados en los 60 municipios que releva periódicamente, una superficie similar a las autorizadas en los diciembres de 2017 y 2018. Pero un área muy inferior al pico de diciembre de 2019 (-27,1%).
Y con estos guarismos, en 2020 se autorizaron para ejecutar obras privadas 5,572 millones de metros cuadrados, o sea 37,7% menos que en 2019 (-3,38 millones de metros cuadrados), 30,9% menos que en 2018 y 36,5% menos que en 2017.
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