Los presidentes de Uruguay y Argentina, Luis Lacalle Pou y Alberto Fernández, acordaron el jueves pasado comenzar trabajos tendientes a aumentar la navegabilidad del Río Uruguay, aguas arriba de Salto Grande.
En la mañana del jueves, los presidentes de Uruguay y Argentina, Luis Lacalle Pou y Alberto Fernández respectivamente, dialogaron sobre la navegabilidad del río Uruguay, un asunto que desde hace mucho preocupa al mandatario de la banda oriental.
En la actualidad, el río, de 1.800 kilómetros de largo, es navegable desde su desembocadura hasta el puerto de Concordia en Argentina. La idea es ampliar ese recorrido a unos 772 kilómetros del curso. “Las poblaciones de ambas márgenes han manifestado en distintas oportunidades la idea de facilitar el transporte fluvial al norte de la represa de Salto Grande”, sostiene el periodista Pablo Melgar, del diario El País de Montevideo.
Los rápidos existentes en la zona siempre fueron vistos como una limitación natural a la navegación. Sin embargo, la tecnología disponible permite superar ese y otros obstáculos naturales. Además, desde que se proyectó la represa se partió desde el supuesto que en algún momento esa parte del río Uruguay sería navegable y se hicieron obras en esa dirección.
“En términos potenciales, salvando los obstáculos existentes, se podría colocar mercaderías en barcazas o barcos medianos en territorio brasileño desde el río de la Plata o trasladar cargas desde el sur brasileño hasta el río de la Plata, pasando por los puertos uruguayos de Salto, Paysandú, Fray Bentos, Nueva Palmira y Juan Lacaze y los argentinos de Santo Tomé, Paso de los Libres, Monte Caseros y Concordia. Además, alcanzaría a varios puertos del lado brasileño”, indica El País.
En la conversación del jueves pasado los mandatarios de Uruguay y Argentina acordaron que en las próximas semanas las delegaciones binacionales de la comisión que administra el río darán pasos para comenzar a concretar la iniciativa.
La propuesta para el río Uruguay está dando vueltas en el equipo técnico de Lacalle Pou desde la campaña electoral pasada. Durante una recorrida proselitista por Salto, Lacalle Pou declaró al diario El Pueblo: “Voy a trabajar en la hidrovía, en la navegabilidad del río Uruguay aguas arriba. Va a ser una de mis prioridades, si logramos eso, no solo Salto se va a beneficiar, sino toda la región”.
“Tenemos un sueño del país marítimo fluvial, de transporte y logística, que está al alcance de la mano y hay inversiones para hacer”, dijo Lacalle Pou en un anota de campaña en el programa “En Perspectiva”.
“Hoy en Salto este es un tema prioritario, ahí y en Bella Unión, si no, vayan a hablar con los arroceros del norte, allí hay una obra que se llama ‘las esclusas del San Antonio’ y otras que bypassean el Salto Chico, el Salto Grande, hay que dragar dos bancos de arena en Paysandú y eso haría que las barcazas se metan 500 kilómetros adentro de Brasil”, agregó.
Ya en marzo, a pocos días de asumir el gobierno, el subsecretario de Transporte, Juan José Olaizola, se trasladó a Salto para comenzar a intercambiar propuestas con la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande.
En aquella oportunidad, Olaizola anunció que CAF-Banco de Desarrollo de América Latina financiaría un estudio técnico con fondos no reembolsables para determinar si es viable la navegación del río Uruguay aguas arriba.
Se sabe que hay interés en transportar cargas de arroz brasileño y madera proveniente de Argentina. Además, se estima que se instalarán proyectos productivos para aprovechar el nuevo pasaje de la hidrovía.
El funcionario volvió a Salto el pasado 12 de mayo para reunirse con autoridades de Argentina y de la CTM.
Lacalle Pou le asignó importancia a la reunión por lo que, junto a Olaizola, participaron el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, el embajador uruguayo en Argentina, Carlos Enciso, los directivos de CTM Salto Grande en representación de Uruguay, Carlos Albisu y Daniel Arcieri, y el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, en representación de Argentina.
El resultado de la reunión permitió confirmar el interés de ambos gobiernos en comenzar a desarrollar la navegación más allá de la represa.
Albisu anunció en marzo que, cuando la crisis sanitaria lo permita, las autoridades relacionadas con el río Uruguay se reunirán con autoridades de los tres países para evaluar la idea. Albisu recordó que el 13 de marzo, cuando se lanzó la cosecha del arroz en Bella Unión, el presidente Lacalle Pou entró en contacto con productores brasileños para intercambiar sobre la navegabilidad del río.
Costos
El Ministerio de Transporte remitió al presidente un informe con los datos que maneja la cartera sobre las obras de infraestructura necesarias para llevar adelante el proyecto. Allí se maneja que hay afloramientos basálticos en cinco punto del río: Itacumbú, del km 472 al 479; Ceibos, del km 491 al 496; San Pedro, del km 512 al 522; Isla Grande, del km 590 al 602; Batuhi y Del Vado, del km 711 al 730.
El estudio, que cuenta con datos recientes y del año 2004, cuenta con dos opciones en materia de costos, dependiendo de las obras a realizar, una de US$ 260 millones y otra de 620 millones.
Un proyecto que se inició en el siglo XIX
El diálogo entre los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Argentina, Alberto Fernández, se produjo el jueves por la mañana. De alguna forma, los mandatarios retomaron un proyecto que quedó trunco desde la inauguración de la represa de Salto Grande en 1979. Sin embargo, los primeros estudios sobre la navegabilidad del río Uruguay datan del año 1890. Después se realizaron otros sobre el comportamiento del río y potencialidades hídricas. En el año 1946 se firmó el primer acuerdo binacional que incluía la navegabilidad del río.
Fuente: El País de Montevideo
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